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Con la enorme responsabilidad de gobernar una de las naciones más poderosas de la historia moderna, al igual que el resto de los mortales, el presidente de Estados Unidos tiene que alimentarse. Prueba de ello es el enorme registro sobre los gustos particulares de cada uno de los inquilinos de la Casa Blanca.
Se sabe que Thomas Jefferson fue un presidente gourmet y que debido a sus influencias europeas trajo platos del viejo mundo para disfrutar en América. Según el libro "Thomas Jefferson's Cook Book" (por Marie Kimball), él estaba fascinado con los waffles y también le gustaban los higos y las aceitunas.
Por otra parte, Abraham Lincoln, durante sus años de niñez tuvo una vida difícil. Su comida de infancia fue simple, muy sencilla. El libro "Fast Gourmet: Honest Abe's favorite Food" (por Poppy Cannon) indica que pudo haber sido aficionado a las manzanas, la miel y el café.
Un gran amante del café, y quien según la historia consumía cantidades exuberantes de esta bebida, fue Theodore Roosevelt. Según "The Presidents' Cookbook" (por Poppy Cannon & Patricia Brooks), Roosevelt nació en una acomodada familia de Nueva York y para él la comida nunca fue un problema. La publicación afirma que era aficionado al pollo.
Herbert Hoover fue ingeniero de profesión y nació en Iowa. Sus comidas favoritas fueron: jamón de Virginia, camarones y langosta. También se dice que Hoover jamás escatimó en lo que se servía en la Casa Blanca.
Como veterano de la Primera Guerra mundial, Harry Truman nunca se quejaba acerca de la cocina y comía todo tipo de comidas. El Museo y la Librería Harry S. Truman lo describen como un hombre con gustos simples que disfrutaba de comida de granja tradicional como el pollo frito.
John F. Kennedy fue un presidente sofisticado en toda la extensión de la palabra. "El desayuno preferido del ex presidente era jugo de naranja, huevos pochados en una tostada, tocino, mermelada, leche y café", según el Museo y la Librería John F. Kennedy.
El libro "How Nixon Lives, What He Likes" (por Marie Smith) nos revela que al presidente número 37 de los Estados Unidos le gustaba ponerle salsa de tomate al queso cottage y que su comida preferida era el 'Meat Loaf' o pastel de carne como se conoce en español.
Para Bill Clinton sus favoritos son las enchiladas de pollo, plátanos, manzanas y sopa de verduras, según los archivos nacionales y la página web del entonces presidente.
En el libro "White House Chef: Eleven Years, Two Presidents, One Kitchen" (por Walter Scheib, Andrew Friedmann) los autores revelan que los Bush disfrutaban de Comida Tex-Mex, las comidas picantes y el favorito del presidente era el sándwich de pollo a la parrilla con queso americano y pan blanco.
Finalmente, a Barack Obama se le ha visto comiendo en diferentes lugares y diferentes tipo de comida. Pero en una entrevista reciente, la primera dama Michelle Obama dijo que a su marido le encantaba el chili, por supuesto, acompañado de toneladas de vegetales (para apoyar su campaña nacional para comer más saludable).
Como vemos, han pasado todo tipo de gustos y preferencias por la Casa Blanca. ¿Cuál de las comidas favoritas de los presidentes te sorprende más?
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