Las bibliotecas presidenciales escriben la historia a su manera. El Centro Presidencial George W. Bush abre sus puertas esta semana como archivo y lugar para las ideas, un instituto de formulación de políticas y museo.
Pero un objetivo central de su misión es lustrar el legado de un texano que presidió sobre tiempos tumultuosos y dejó el cargo con una imagen magullada.
"Es la presentación inicial de un legado, del rostro público de un presidente y su presidencia, de modo que todos quieren que la agenda quede en una luz positiva", dijo Sherri Greenberg, directora del Centro de Política y Gobierno de la Escuela de Asuntos Públicos LBJ.
Los expertos dicen que dos cosas son seguras en el Bush Center al balancear academia y autopromoción: la presentación inicial del gobierno del 43er presidente será agresiva, pero la conformación de las muestras y el alcance de sus programas evolucionarán con el tiempo.
En 50 años los visitantes verán una institución diferente a la que será inaugurada el 25 de abril y abierta al público el 1 de mayo.
"En base a nuestra experiencia, lo primero será presentar la información desde el punto de vista de la administración", dijo Harry Middleton, director de la Biblioteca LBJ en la Universidad de Texas en Austin de 1971 al 2002.
"A medida que pasa el tiempo y cambian las actitudes históricas y los puntos de vista, las exhibiciones cambiarán para reflejarlo".
El gobierno de Bush quedó enmarcado entre dos acontecimientos muy cargados que definen sus años en la Casa Blanca: los atentados terroristas del 9/11, que pusieron en marcha una década de guerra; y un colapsamiento de la economía que dejó al país cerca de la depresión.
Lo definirá la historia
En entrevistas y en su libro de memorias, Decision Points, Bush defiende las guerras en Irak y Afganistán como parte de una motivación superior de diseminar la libertad, la democracia y el imperio de la ley.
La interpretación de su legado podría evolucionar como lo hizo el de su predecesor texano.
"Nuestro primer intento con lo de Vietnam fue presentarlo de la manera más precisa posible, desde el punto de vista de la administración", dijo Middleton.
"A medida que pasó el tiempo, el primer cambio que hicimos en la exhibición tenía que ver con Vietnam. Hicimos lo que no habíamos hecho al comienzo, que era mostrar la división que Vietnam había causado en la nación misma".
En el caso de Bush, pocos temas estarán tan sujetos al cambiante juicio histórico como las invasiones preventivas de Estados Unidos a Irak y Afganistán.
Alan Lowe, el director del Museo y Biblioteca Bush, dijo que los puntos de vista contrastantes sobre las guerras y otros asuntos controversiales son parte de la historia y serán reflejados en las exhibiciones.
"El mejor ejemplo es el Teatro Decision Points", dijo Lowe.
"Ahí abordamos la intensificiación de operaciones en Irak y el hucarán Katrina, y usted tiene que actuar como el presidente durante siete u ocho minutos. En ese proceso, puede escoger por ejemplo entre el Pentágono o el Parlamento iraquí, a fin de obtener argumentos a favor y en contra sobre asuntos importantes".